lunes, 18 de junio de 2012

La última salida.

El pasado jueves 31 de mayo, realizamos una excursión por nuestra Málaga, con el objetivo de visitar la Sábana Santa en la Catedral, muy recomendable en mi opinión. Bajamos al centro sobre las diez de la mañana, y disfrutamos de un rato de tiempo libre a los pies del Teatro romano, minutos en los que desayunamos, nos hicimos fotos..


Después fuimos a la Plaza del Obispo, donde, en un bar llamado "Cheers", hicimos tiempo tomándonos una coca-cola antes de entrar en la Catedral para ver la exposición.

 Tras ver la Sábana Santa, que como he dicho antes, me pareció una visita estupenda, se hinos echó el tiempo encima y se hizo la hora de comer, por lo que fuimos a llenar nuestros estómagos en el Burger King.

 












Tengo esta experiencia como un buen recuerdo de la última excursión con la clase de "El Monte", con los que siempre han sido  mis compañeros, o mejor dicho, mis grandes amigos.

¡A comer!





A la hora de pensar en mi plato favorito, me viene a la cabeza, entre otras muchas, una conocida receta griega: la mousaká. Es parecida a la lasaña italiana, con la diferencia de dos ingredientes: la berenjena, que sustituye a la pasta, y la adicción de la patata. Me parece un plato muy sabroso, y aunque resulte un pesada su preparación , puedo asegurar que merece la pena.No dudo en recomendarlo.

El reencuentro.


En cuanto llega el calor a la ciudad, en el caso de Málaga, a principios de Mayo; este puede convertirse en uno de los momentos más esperados: el primer día de playa. Ya por esas fechas, uno puede acercarse, acaparar algunos rayos de sol  y los más valientes darse un baño en el frío mar.
En mi opinión, los días en los que más se disfruta de ella son los primeros, pues vas con la ilusión y las ganas de verano después del largo invierno; además, siempre he pensado que la playa te ayuda a desconectar, algo que siempre viene bien cuando tienes un ratito en época de estudios.